Características del nativo
Es muy interesante observar, además de estudiar y aprender de los grandes maestros de la astrología, los problemas que nos aquejan; consecuencias de situaciones vividas, como episodios del presente.
En la carta natal podemos encontrar a que emoción, sentimiento o sufrimiento somos proclives. De más está decir que me estoy refiriendo a características astrológicas que pueden verse en una carta y no a la situación psicológica del nativo, que deberá tratarla con un psicólogo o psiquiatra.
Por este tiempo el tránsito de Urano transita el signo de Tauro hace dos años largos. Bueno, es interesante observar qué pasa cuando Urano en tránsito aborda a un sol taurino, con un orbe bien cerrrado, aunque los efectos de los pesados se sienten con 10° de anticipación. La realidad es que al hacer el partil el individuo es sacudido y alterado.
Urano activa el sistema nervioso, porque actúa sin previo aviso. La persona tiene una rutina como la que puede tener un taurino, que es metódico y pausado, y de pronto aparece Urano con todas sus nuevas ideas, prontitud, cambios y distintas estructuras. El nativo se estresa, se desubica, está desorientado y tiene los nervios de punta.
Tauro es un signo que necesita sus tiempos y que de pronto lo zarandeen no solo le produce estres sino se desestabiliza.
Tauro es un signo fijo al que le cuesta los cambios y Urano no entiende de paciencia, por lo tanto el taurino pasa a ser presa de una terrible ansiedad.
Conozco muchos taurinos que han cambiado su forma de vida por este tránsito de Urano, pero no lo han hecho felizmente.
Los signos fijos como Tauro, Leo, Escorpio y Acuario no tienen la maleabilidad ni la felxibilidad de un signo mutable. Para estos signos un cambio requiere un quiebre, una crisis y a veces hasta una depresión.
Por eso, Urano al tocar a un sol taurino provoca un derrumbe de la estructura interna.
Si Urano en su tránsito hace conjunción a Mercurio en Tauro, será un impacto, pero le dará la posibilidad de crear, aunque su comunicación también se verá afectada por un estado de nerviosismo.
Con este contacto el nativo puede llegar a estar más polemizador o contradecir ciertos argumentos por considerarlos reliquias. Proyectará y querrá lo nuevo o revolucionario. Pero al ser un Mercurio en Tauro que se caracteriza por la terquedad y lentitud tardará en aceptar todo ese cambio, hasta reconocer la posibilidad de incorporar su propia creatividad.
Como vemos, con solo dos contactos de Urano estamos en presencia de estados de estres, ansiedad, nerviosismo, cambios de pensamiento que conllevan desgaste, cansancio y polémica.
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