Los Elementos
Cuando empezamos a estudiar astrología lo primero que nos enseñan en la teoría son los elementos; sin estos no podríamos continuar ya que son el pilar de todo lo que viene después.
Es frecuente que nuestra ansiedad por llegar al signo al cual pertenecemos deje atrás ese primer conocimiento.
Los elementos son fundamentales, sin ellos no podemos comprender los signos.
Son cuatro elementos: fuego, tierra, aire, agua.
Para poder entenderlos completamente es bueno imaginar a cada uno de ellos:
Fuego ¿qué características tiene este elemento?
El fuego brilla, calienta, se expande, ilumina, quema, incendia, las llamas son rebeldes se mueven, y finalmente se apaga.
La tierra nos sostiene, produce ya que en ella se cultiva, se cosecha, es firme, sólida, es contenedora, nos brinda seguridad porque nos alimenta. Siempre está.
El aire nos refresca, mueve las cosas dependiendo de su intensidad, es imposible de contener, se escurre por nuestros dedos, provoca ciclones, mueve las mareas, es invisible a nuestros ojos, pero lo sentimos, nos despeja y nos calma.
El agua calma nuestra sed, sin esta no podríamos vivir, es esencial. El agua limpia, calma.
Cuando los imaginamos a cada uno de ellos podemos entender como se relacionan entre sí. Es decir qué elementos son complementarios y cuales no lo son.
El fuego es complementario con el aire, porque este último aviva al fuego, lo empuja lo hace mover, expandirse, crecer.
La tierra es complementaria con el agua, esta la nutre, los sembradíos brotan. Cuando hay sequía se necesita que el agua riegue y ayude a producir.
En cambio, se crea un conflicto entre el fuego y el agua, esta apaga el fuego o aquel hace hervir al agua hasta consumirla.
Lo mismo ocurre con la tierra y el aire, este no le es útil a la tierra ya que una ventisca fuerte destruye lo sembrado, hace caer árboles. Lo único que provoca son remolinos de tierra.
El aire y el agua no son buenos amigos, tampoco.
Por lo tanto, el aire y el agua no son complementarios
La tierra y el fuego tampoco son complementarios.
Son complementarios el fuego y el aire. La tierra y el agua.
El fuego representa el impulso, la expansión, el calor que bulle en la persona cuando compite, pelea o desea lograr algo. El fuego avanza, no se lo puede contener, es rebelde y es peligroso porque puede quemar o quemarse. Las personas que tienen al elemento fuego deben aprender a contenerlo, a moderar el arrebato y el deseo a veces desmesurado de pasar los límites.
Los nativos que pertenecen al elemento tierra poseen un sentido de realidad importante. Son cuidadosos, les importa el cuidado de su cuerpo, de su salud, su alimentación. Son mesurados.
Las personas que pertenecen al elemento aire, las ideas, el conocimiento y la comunicación ocupan el primer lugar. Necesitan del estudio y de la información. información.
Los que pertenecen al elemento agua, las emociones ocupan el lugar de privilegio. A veces el agua puede producir desbordes emocionales. Son personas con necesidad de expresar lo que sienten y así lo hacen.
De todos
los elementos el más resistente es el agua; recordemos que
el agua de los deshielos,
transita por montañas, rocas, laderas y finalmente la gota de agua sigue su
rumbo, no se detiene. Resiste.
Respecto al compromiso de cada elemento, se puede decir:
El fuego quiere comprometerse
La tierra debe comprometeré
El agua necesita comprometerse
El aire nunca se compromete
Continuaré en la próxima entrada
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